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Esta mañana, muy pronto, he podido leer con calma lo que ayer te escuché en la presentación. No voy a entrar en el contenido porque, como ya dije, tenía una parte importante de sentimientos y los sentimientos no se cuestionan: simplemente se entienden y, si viene al caso, como ha sido en esta ocasión, se comparten.

Me ha emocionado la lectura como me emocionó ayer escucharte, hasta el punto que los que estabais a mi lado pudisteis apreciar que me temblaban las manos, y no por la parte en la que te refieres a la novela o mis capacidades como autor, sino a la de los recuerdos.

Creo que es una pieza literaria importante, de una gran profundidad en las reflexiones, envueltas en ese excelente papel de regalo que es la poesía, tu género preferido, en el que te sientes más cómodo, y en el que mejor te expresas. Se nota que cuando te sientas delante del teclado te sientes libre y te dejas llevar... Pese a que me lo dedicaras a mi y puede parecer inmodestia, es evidente que en el texto citas a muchas personas de las dos familias y a toda una época, por lo que lo incluiré en una ficha de la web de Aculliber porque creo que es una pieza literaria importante.

¡Que bonito es hablar de estas cosas en un entorno que nos obliga a vivir acelerados, al día, sin tiempo para reflexionar sobre cosas, aparentemente pequeñas, pero que pueden ser tan grandes, como un libro de Bambi que influyó en la mente de un niño hasta el punto de conservarlo como uno de sus recuerdos vitales!. ¡Que bonito es que niños de dos familias tuvieran una "mamá" y una "mare" según donde estuviéramos y con cual de las dos tratáramos!.

Desgraciadamente hoy solo nos queda una, "la mare", pero el cariño que sentíamos por la mamá continúa vivo y presente cada vez que entro en esa querida casa donde viven dos personas entrañables y ejemplares, Angel y Paquita.

José Luis Martínez Ángel